sábado, 2 de febrero de 2013

Un mundo "Sin Filtro"

El KOmisionado (@mitodona) .- Todos conocemos una persona así, que parece no medir las palabras que dice. Al que no le importa lo que puedan ocasionar sus comentarios. Que le resbala el escozor que produzcan sus ideas. Simplemente suelta lo que tiene paseando en la cabeza, sin estudiar quien pueda tropezar con el comentario.


Es el/la "sin filtro". Personaje por demàs folclórico, de la fauna urbana popular venezolana. Algunos llegan a ser políticos, aunque suene contradictorio. Pero nunca destacan en dicho mundo, pues a los "sin filtro" a veces se les tilda de ser muy francos, cosa que es absolutamente antagónica con el ejercico de la profesión politiquera.

Ahora bien, se imagina por un instante, que todo nuestro entorno, en todos los escenarios, nos quedàramos de manera màgica, "sin filtro"? Esto haría de cosas tan sencillas como cortarse el cabello, todo un ejercicio de autocontrol digno del budismo. "Cómo desea el corte caballero. Aunque no se para qué te pregunto, pues tienes 10 años viniendo y siempre te haces el mismo corte ridículo". La respuesta sería en el mismo tono "tienes razón, no hace falta que te lo diga, porque en los 10 años que tengo viniendo, nunca me has hecho el corte que quiero".

Ni hablar de lo que ocurriría entre parejas "Amor, tu me ves gorda?" "Gorda? Claro! Sobretodo cuando te  comparo con la vecina, que no sólo es màs flaca que tu, sino màs bonita también". O el caso inverso "Y entonces, qué te pareció?" "De verdad bien bien flojito. Bueno, al menos mientras estuve despierta. Pero tampoco pude analizarlo mucho, porque no duró nada"

Las tan temidas consultas médicas serían una experiencia dantesca. "doctor, cómo salieron mis exàmenes?" "Jodidos. Pero tengo que hacerte 5 o 6 vainas màs para terminar de arrasar con tu seguro. Igual ni te preocupes por la cobertura, porque no te queda ni una semana".

Y al encontrarte una alcabala, el diàlogo sería algo como "buenas noches ciudadano, me permite sus papeles, que en realidad no interesan, porque igual lo vamos a matraquear. Andamos pelando" "Como no. Y no se preocupe oficial, que al acercarme a la alcabala y ver la cara de malandros de todos ustedes, metí de una vez 300 bolos entre la licencia y el certificado médico". En realidad, este no suena ni tan malo. Simplificaría muchísimo estas situaciones.