martes, 14 de septiembre de 2010

Puerto Ayacucho Express



Por Mito Dona Cruces / @mitodona .- Puerto Ayaucho es uno de esos lugares de Venezuela, que al conocerlos te da la sensación de estar en otro país. Sin embargo la triste realidad del día a día de sus habitantes (inseguridad, problemas con servicios públicos, vialidad) te recuerda cruelmente que todavía estás en territorio robolucionario.

Pero no me quiero centrar ni en política, ni en lo negativo de esta visita. Por el contrario me enfocaré en las cosas que me gustaron de Pto. Ayacucho.

Es una ciudad que se puede parecer a otras tantas de nuestro país, pero que tiene unos cuantos detalles que te hacen abrirle su carpeta aparte en el disco duro de tu memoria. Por ejemplo el asfalto parece estar mezclado con algún tipo de piedra que le da un tono rojizo. Otro tip, en Pto Ayacucho casi no hay o no hay transporte público, todo el mundo anda en taxis o ´por puestos´ que inundan todas las calles.

Hay una casa sobre una piedra, que como casi todas las cosas extrañamente geniales de los rincones recónditos de ésta patria de Bolívar, fue construida por un extranjero (en este caso un alemán). También hay dos piedras gigantescas que asemejan una tortuga, tan fielmente que desde algunos ángulos parece casi hecho por el hombre.

Ahora bien, si les toca una visita de máximo 24 horas como fue mi caso, estos son los sitios cercanos que no pueden dejar de conocer.



El Orinoco

Impresionante. Si nunca han tenido la oportunidad de contemplar el rio Orinoco, este es un excelente lugar para hacerlo. La magnitud del caudal es descomunal. No es fácil describir lo que irradia. Pero podría compararlo a estar frente al Pico Bolívar o la inmensidad del llano. Te sientes microscópico. También hay un muelle de la GN, desde el que puedes tomar una chalana y cruzar el Orinoco hasta la orilla que está en territorio colombiano, que queda tan cerca que se ve a simple vista inclusive de noche.



En la foto, al extremo derecho, hay una curiara con un pescador. Eso les puede ayudar un poco a imaginar la proporción del paisaje.


El Tobogán de la Selva



El nombre del sitio ya te invita a visitarlo. Y la verdad es que no defrauda. Una impresionante roca hace las veces de tobogán, ya que por ella cae un torrente de agua que nace en el tope de la montaña. Una experiencia única de verdad. Además el sitio está medianamente adecuado para recibir a los visitantes, con unas churuatas en las que puedes hacer tu parrilla o simplemente instalarte a disfrutar del día. Está un poco descuidado, pero vale la pena el corto viaje desde Pto Ayacucho (30 min).


El Mercado de los Indígenas



En pleno centro de la ciudad, en la Plaza Rómulo Betancourt, se encuentra un improvisado mercado de artesanía indígena, operado por las propias etnias de la zona. No soy especialista en el área, pero hay cosas bastante interesantes. Además, ¿En qué otro sitio puedes regatearle a un yanomami?


La Arepera del Italiano



Este sitio me lo recomendaron por twitter. Y la verdad no defraudó. Sólo abre para desayunos y es un local muy particular, especialmente por su dueño. Quien por cierto no es italiano, sino de San Agustín. De relleno para las arepas no hay nada fuera del libreto. Todo lo tradicional, de muy buena calidad eso sí. En los jugos, el cuento es distinto. Desde Tupiro (especie de tomate pequeño que cultivan en la selva) hasta el original “Repele Juice”, que no es otra cosa que el remanente de todos los envases de distintos jugos que queden en la nevera en ese momento. Totalmente recomendado.

Me queda pendiente conocer el Autana, pero volveré!

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