@mitodona.- Aprovechando el comienzo de la Liga Profesional de Baloncesto de Venezuela, tengo la necesidad de comentar algunas cosas sobre la disciplina que sin duda se ha convertido en el 2do deporte más seguido por los venezolanos.
Estamos viviendo los mejores momentos de la LPB, como entidad y también para los equipos que la conforman. Muestra fiel de ello es la cantidad de fanáticos que abarrotan los distintos gimnasios a nivel nacional, las actividades que giran en torno al baloncesto y cómo no, la creciente lista de patrocinantes que incursionan en el mundo del tabloncillo criollo.
En el caso de los patrocinantes, el número más importante es el de las marcas que se presentan por primera vez en el baloncesto. Esto sucede al identificar en esta disciplina nuevos canales de comunicación con un segmento de la población, que a pesar de no tener el poder adquisitivo de fanáticos de otras disciplinas como el béisbol o el fútbol, tienen un gran valor agregado que es su fidelidad. Además, la inversión en el patrocinio también es bastante menor, a la que se tendría que realizar en un equipo de la LVBP o de la 1era división de nuestro balompié.
Es un excelente negocio para los nuevos patrocinantes: Baja inversión + fanáticos fieles= Mayor exposición de la marca a menor costo.
Sin embargo, y a diferencia del béisbol y el fútbol, el baloncesto como un todo (LPB, Equipos, Federación, Patrocinantes) no invierte en las bases del deporte en la misma proporción. Excepto esfuerzos puntuales realizados por algunos de los protagonistas antes mencionados, el baloncesto menor de nuestro país se encuentra inmerso en el abandono.
Y es bastante curioso, ya que comparándolo nuevamente con el béisbol y el fútbol, las canteras del baloncesto son las más económicas de apoyar. Sólo se necesita un balón y una cancha (que existen en un número bastante respetable en todas las comunidades de nuestro país) aunque no es limitante, ya que he visto con mis propios ojos equipos jugando sobre tierra en tableros caseros. Para el béisbol hay que tener guantes, bates, pelotas, bases, cascos y por supuesto el campo. El fútbol igual, balón, tacos, canilleras, porterías, etc.
Con propiedad les puedo decir que con la misma cantidad de dinero que se necesita para apoyar una escuela de béisbol de 150 peloteros, se apoyarían casi 3 escuelas de baloncesto, con 150 atletas cada una (total de 450 atletas).
Otro punto que debería voltear las cabezas de todos los relacionados con el baloncesto, es la cantidad de practicantes en las categorías menores. Sólo para que tengan una idea, la conocida como Liga Distrital, agrupa más de 40 clubes en el área metropolitana de Caracas que representan casi 4000 niños y niñas de entre 6 y 18 años.
Los chamos y chamas esperan. De no tomarse los correctivos necesarios, el baloncesto pagará en el corto plazo no haber apoyado a las bases cuando tuvo que hacerlo.
¡Espero sus comentarios!


